El mundo y su impaciente paso nos hace caminar
cada vez más rápido y todo parece estar reducido en simples fórmulas. La música y los emprendimientos en ella no son la excepción.

En los 90' si querías tener éxito en el mundo de la música debías buscar a 4 de tus amigos (el bueno, el malo, el intelectual y el lindo) que con poca vergüenza se animen a cantar en público y con menos de dos versos grabar un hit para las radios conquistando a todas las pre-adolescentes del planeta.

Quedaron atrás los días de alta preparación, años de tocar en los subtes y colectivos de la ciudad para acompañar al éxito con una buena historia. Hoy está todo preparado para que si quieres la fama sea tuya, pero como en la vida nada es gratis, esto presenta un costo ¿Cuál? (¿La dignidad humana?) presentarse en un reality show.

American Idol, Latin American Idol, Operación Triunfo, Britain's Got Talent, Talento Argentino y tantos más presentan un formato simple de como tiene que nacer la próxima estrella. Millones de personas se presentan a buscar sus 2 minutos de fama esperando que sea suficiente para lograr una vida fácil y de abundancia. Sus riesgos son el nunca desprenderse del papel de ganador de reality (carrera efímera si las hay) y jamás conseguir el respeto de sus pares.

Los espectadores siguen su corto paso televisivo religiosamente juzgando sus tan afamadas galas y mueren de la risa con todo sin vergüenza que no atina una nota ni de casualidad pero se presenta igual para saludar a todos sus amigos por TV y porque no, desacreditar las técnicas de elección de sus jueces.

Las apariencias engañan

Britain's Got Talent es un formato inglés en que se presentan personas de todo el Reino Unido y audicionan para luego presentarse en el Royal Variety Performance al frente de Su Majestad la Reina y ganar la muy respetada suma de £100.000.

El primer ganador de este renombrado show Paul Potts un vendedor de The Carphone Warehouse, deslumbro a miles con su Nessun dorma de Giacomo Puccini. Ver aquí

En esta temporada la gran sorpresa vino de Escocia con una particular mujer llamada Susan Boyle que dejó atónitos a los jueces y audiencia con su interpretación de I Dreamed a Dream de Les Misérables.

La gran hazaña llegó a ser el video más visitado de YouTube (ganandole el puesto al discurso de Obama) con más de 100 millones de visitas entre todos los referidos a su presentación.

Su carrera en el concurso recién comienza, esperemos que sus sueños se hagan realidad y que las apariencias de vez en cuando nos sigan engañando.



Erika Pereyra Ybañez